Las lesiones de los ligamentos de la rodilla, y dentro de ellas las del ligamento cruzado anterior, son algunas de las más habituales en traumatología deportiva.
La estabilidad de la rodilla requiere del funcionamiento adecuado de cuatro ligamentos o estabilizadores prima- rios: Ligamento cruzado anterior (LCA), cruzado posterior (LCP), colateral medial (LCM) y colateral lateral (LCL), así como de otros estabilizadores secundarios o accesorios de rodilla: los meniscos, la banda iliotibial y el bíceps fe-moral, los cuales son elementos compensadores de la es- tabilidad que resultan muy importantes cuando los esta- bilizadores primarios se encuentran lesionados.
Las lesiones ligamentarias, así como también las lesiones meniscales en forma aislada o asociadas, ocurren durante actividades atléticas de contacto o sin contacto.
El paciente puede sentir dolor, se puede percatar de un aumento de volumen en la rodilla o sentir inestabilidad no solo durante una actividad deportiva sino en su que- hacer diario.
Gran número de estas lesiones son de tratamiento quirúr- gico y gracias a los avances en el diagnóstico y tratamien- to de estas lesiones permiten que los atletas de todos los niveles puedan regresar a sus deportes y tener el nivel de actividad que tenían antes de la lesión.
Dr. Tomas Alonso / Ortopedia y Traumatología
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