El esófago es un tubo que lleva el alimento de su boca al estómago.
El reflujo gastroesofágico es un fenómeno normal (fisiológico) dentro del primer año de vida en recién nacidos y lactantes, este músculo se debilita o se relaja cuando no debe y el contenido del estómago vuelve al esófago.
Lo que ocurre es que a medida que el organismo va madurando este reflujo tiende a ir disminuyendo en la gran mayoría y desaparece al año y medio, no más de 2 años, dejan de tener síntomas asociados al paso del contenido del estómago al esófago.
Un lactante de 6 meses, devuelve un poquito de leche durante el día: es normal, cuando enfrentamos a este mismo paciente y al 1 año, donde los vómitos comienzan a ser muy masivos, repetitivos y a entorpecer el crecimiento normal.
También puede caer a la vía aérea, a los pulmones, produciendo daño pulmonar: BRONQUITIS, ASMA.
- Hernia hiatal.
- Retraso del desarrollo severo.
- Parálisis cerebral.
- Medicamentos: antihistamínicos, analgésicos, sedantes y antidepresivos.
- Sobrepeso u obesidad.
- Náuseas y vómitos.
- Problemas respiratorios.
- Dolor al tragar.
- Acidez estomacal.
- Desgaste de los dientes.
- Mal aliento.
- Serie gastrointestinal superior (esofagograma).
- PHmetría esofágica con impedanciometria.
- Endoscopía digestiva alta con biopsia.
Los cambios en la alimentación pueden ayudar al reflujo agregando:
- Cereal de arroz a la leche.
- Haga eruptar a su bebé después de cada comida.
- Mantenga a su bebé en posición vertical durante 30 minutos después de las comidas.
- Si los cambios en casa no ayudan, el médico recomienda medicamentos como:
- Antiácidos.
- Bloqueadores H2.
- Procinéticos.
- Si esto no ayuda y el niño presenta todavía síntomas severos el tratamiento es:
Cirugía antirreflujo (Nissen)
* laparoscópica.
*convencional.
Esta cirugía se realiza desde hace 20 años con excelentes resultados, tanto en adultos como en pediatría, es una técnica que se realiza en forma mínimamente invasiva por una vía laparoscópica a través de una incisión en el ombligo, donde se introduce una óptica de 5 mm y pequeñas pinzas de 3 o 5 mm que nos permite construir con el estómago una pequeña bufanda que envuelve el esófago, de modo tal de generar una válvula que impide el paso de contenido del estómago al
esófago.
La cirugía ha reportado éxitos en el 95-98 % en controlar los síntomas de RGE, la hospitalización es muy breve de 48 horas, la recuperación es excelente, eliminando los síntomas asociados al reflujo, por supuesto haciendo que el vómito y otros síntomas desagradables como la acidez, la regurgitación frecuente, así como la tos que desaparezcan de forma definitiva o casi totalmente.
Es una alternativa en esta escala de terapias que podemos ofrecer y que ha demostrado ser exitosa y útil en la gran mayoría.
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